El agua que existe en nuestro planeta es la misma desde que este se formo, de tal manera que el ciclo del agua que nos enseñaron en la escuela, se repite una y otra vez indefinidamente. Es la sobrepoblación y el uso indiscriminado que damos al agua, lo que la está haciendo más escasa y que pase de ser un artículo de primera necesidad a un artículo de lujo. Teniendo esto en mente las grandes empresas que comercializan agua embotellada, invierten una fortuna en el desarrollo de botellas y packaging que realmente convierten el agua en un objeto de deseo y sofisticación.
En este sentido, la agencia de diseño de packaging Tridimage, seleccionó los diez mejores diseños de botellas de agua en vidrio:
1°: Finé de Japón, diseñada por Karim Rashid. Integración botella-tapa en una forma escultural contemporánea.
2°: Voss de Noruega. Un cilindro perfecto como metáfora de la más pura de las bebidas.
3°: Bezoya de España diseñada por Morera Design. Una botella de vidrio tintado que se identifica con la oscuridad donde nace el agua Bezoya.
4°: Blue Republic de Sudáfrica. La esfera representando a la Tierra y el casquete de acero inoxidable el polo.
5° Evian Origine de Francia, diseñada por la agencia Landor. Los Alpes se materializan en una botella contundente.
6° Nao para la cadena de hoteles Jumeirah, diseñada por la agencia Fig Tree. Minimalismo al extremo.
7°: 420 de Nueva Zelanda, diseñada por la agencia The Wilderness. Un agua volcánica inspirada en la forma de la Lava Lamp.
8°: Lurizia de Italia, diseñada por Sottsass Associati. Un perfil curvo con personalidad rematado por una tapa con la firma de Guzzini.
9°: Aonni de la Patagonia Chilena. Formas orgánicas para contener un agua nacida en tierra virgen.
10°: Veen de Finlandia, diseñada por Antti Eklund. Un formato clásico intervenido por un grabado en bajorrelieve para reflejar una personalidad premium.
Realmente al ver estas botellas podría uno pensar que el agua que contienen tiene algo especial, sin embargo es simple y pura agua, como reza un slogan de alguna de estas marcas, pero la sensación de “cuando el destino nos alcance” no deja de estar presente, ¿no lo creen?
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